el
asilo y los suburbios, en las películas norteamericanas
por
el Dr. Norbert-Bertrand Barbe
1.
El asilo
El
término "asilo" proviene
del griego: α- (alpha privativo) et συλάω "quito",
"despojo" (Fleury de
Lécluse, Léxique français-grec avec l'explication latine, à l'usage des classes de
grammaire et d'humanités,
París, Impr. et Librairie classiques de J. Delalain, 1844, artículo "Asyle", p. 40), lo que, no
dejando personalmente de recordarnos otra, de consonancia similar por lo menos
en las lenguas latinas, la de aislamiento ("aislar", "isoler":
del prefijo ad- hacia y la palabra isla, en griego απομόνωση). De hecho, los dos conceptos se acercan mucho en el
pensamiento colectivo popular: "Within
the grounds of Hanwell Asylum, on the west side of the main block, was a small
isolation hospital." (http://en.wikipedia.org/wiki/Hanwell); "Motifs qui rendent l'isolement nécessaire. La
loi du 30 juin 1838 ne se préoccupe pas seulement des aliénés qui sont
dangereux. En encourageant la fondation des asiles, le législateur a voulu principalement que tous ces malades
y fussent traités, et a pour ainsi dire reconnu en principe que dans le plus
grand nombre des cas l'isolement est la première condition du traitement."
(L. F. E. Renaudin, Considérations sur les formes de l'Aliénation
Mentale observees dans l'asile departementale d'Aliénés de Stephansfeld pendant
les années 1836, 1837, 1838, 1839, Strasbourg, Chez Derivaux, y
París, J.B. Baillière, 1841, p. 168); "... pour les juifs d'aujourd'hui,
nous l'avons prouvé ailleurs, il est impossible de trouver une telle terre d'asile, car ils sont rivés par des
chaînes qui les empêcheront
partout de rassembler leurs forces et
les obligeront éternellement à demeurer des étrangers pétrifiés dans
l'isolement et la haine." (Ludwik Lazar Zamenhof, Le hillélisme - Projet
de solution de la question juive, Clermont-Ferrand, Presses Univ Blaise
Pascal, 1995, p. 112).
Sin
duda por ello es que en las películas norteamericanas de terror es común la
imagen de la locura como un proceso aparte de la sociedad establecida. En
primera instancia citaremos los numerosos filmes acerca de fantasmas asesinos
encerrados en manicomios. La más reciente siendo Grave Encounters (2001, Colin Minihan y Stuart Ortiz: The
Vicious Brothers) y su secuela (2012, John Poliquin). Es decir, de lugares
donde, apartado de la realidad circundante, uno llega a encerrarse mentalmente
en el espacio reducido del local que se extiende hasta comerse la realidad
externa. Un fenómeno similar ocurre con el cuarto de hotel de 1408 (2007, Mikael Håfström), película
inspirada en Stephen King, por lo que nos recuerda otras películas similares
inspiradas en su obra y que nos relatan encerramientos y huis-clos, sea en hotel (The
Shining, 1980, Stanley Kubrick), en casa ajena (Misery, 1990, Rob Reiner) o en cárcel (The Shawshank Redemption,
1994, Frank Darabont). Dicho proceso de encerramiento es clásico de las
películas de terror, la volvemos así a encontrar en The Cabin in the Woods (2012, Drew Goddard) o The Evil Dead (1981, Sam Raimi, remake
2013, Fede Alvarez). Lo que nos devuelve al tema, que tocamos en otro artículo,
a propósito de la serie de películas Wrong
Turn, sobre la oposición entre la civilización y lo salvaje.
Por
otra parte, aparece, con Halloween (1978,
John Carpenter), la imagen inversa, de cuando irrumpe el terror del manicomio
(el loco escapándose) en el mundo cotidiano, representado por el suburbio
tradicional con sus casas de vecindario, ahí bajo la asociación entre la locura
del asesino serial y la época del año, que le permite pasar desapercibido. Es
el mismo pretexto que se usa en Hannibal
(2001, Ridley Scott). Antecedentes a Halloween
pueden considerarse el ambiente acéptico y médico de los asesinatos de The Boston Strangler (1968, Richard
Fleischer), y el consiguiente interés de los años 1970 por los asesinos
maniáticos (Dirty Harry, 1971, Don
Siegel) y las pandillas (Death Wish,
1974, Michael Winner) y sus crímenes brutales y sin razón (A Clockwork Orange, 1971, Stanley Kubrick) en ciudades de clase
media.
La
tercera opción, que es la consecuencia de la segunda, es cuando la mente del
loco (lo que ocurre cuando se transmite la locura interna a las mentes que
sufren las alucinaciones volviéndose realidad alternativa del terror dentro del
manicomio como en Grave Encounters)
viene a ser el espacio de la narración, su realidad sustituyéndose a la
racional de los demás, lo que es el tema de la muy estetizada The Cell (2000, Tarsem Singh).
2.
El suburbio
El
suburbio, que aparece como lugar de cercanía (con sus country houses wrightianas
en filas y sus árboles otoñales), opuesto iconográficamente al terror llegando
a los arrabales en Halloween, es,
originalmente, representado porque es donde vive la gente.
Es
así el paradigmático lugar del buen vivir en las series televisadas como Bewitched (1964-1972), The Brady Bunch (1969-1974), Happy Days (1974-1984), Friends (1994–2004),
That '70s Show (1998-2006), o en la
mayoría de las sitcoms. Dialectizado es Married
with Children (1987-1997), Roseanne (1988-1997), American Beauty (1999, Sam Mendes). Trasladado
al ámbito de la clase media alta es Family Affair (1966-1971), Silver Spoons (1982-1987), Who's
the Boss? (1984-1992), The Nanny (1993-1999). Dialectizado y
trasladado al ámbito de la clase media alta es Two and a Half Men (2003 hasta la fecha). Trasladado al ámbito
étnico son: Diff'rent Strokes (1978-1986), The
Cosby Show (1984-1992) y The Fresh
Prince of Bel-Air (1990-1996), con poco comunes negros ricos. Trasladado al
ámbito histórico, es Little House on the
Prairie (1974-1983).
Pero
su situación perfecta llega, cuando se expresa de forma unívoca y céntrica, a
transformarse en un ámbito, como en American
Beauty, agobiante y a producir locuras a su vez asesinas, como en Serial Mom (1994, John Waters), To Die For (1995, Gus Van Sant), Crazy in Alabama (1999, Antonio
Banderas), o en el clip "If U seek
Amy?" (del albúm Circus,
2008) de Britney Spears.
El
suburbio viene, entonces, a ser el lugar, a similitud del pueblo del Lejano
Oeste en las películas vaqueras, del duelo entre fuerzas negativas y las del
Bien, como se ve en la caracterización del héroe desde el inicio en Rocky (1976, John G. Avildsen), así como
en los filmes Mystic River (2003) y Gran Torino (2008), ambos de
Clint Eastwood. Asimismo ocurre en American Beauty, Unbreakable (2000, M. Night Shyamalan), Lakeview Terrace
(2008, Neil LaBute). E, inspirándose en Hitchcock (Rear Window, 1954), asimismo en Disturbia (2007, D.J. Caruso), o Monster
House (2006, Gil Kenan), con el principio, como en Lakeview Terrace, del vecino peligroso,
hasta vampiro, lo que ocurre en Jennifer's body (2009,
Karyn Kusama) o Fright Night (2011, Craig Gillespie).
Finalmente,
el suburbio, con su aparente normalidad, puede ser el lugar de lo más asombroso
y anormal, ahí donde el peso del ambiente colectivo favorece la aparición de
fisuras por debajo del tejido social. Así ocurre en las novelas de Georges
Simenon en Francia, uno de los máximos representantes del suspenso psicológico,
con su estudio atento de la pequeño burguesía provinciana, que se expresa tanto
en Le chat (1966, llevado al cine en
1971 por Pierre Granier-Deferre) como en Les
inconnus dans la maison (1938, llevado a la pantalla grande en 1942, con
una sutil referencia a la situación de guerra, por Henri Decoin), es lo que
representa Hitchcock en Shadow of a doubt (1943) como en Suspicion (1941), donde los carácteres
masculinos vienen a romper el orden y la tranquilidad, respectivement de la
petite ville de Santa Rosa en California, y del mundo de la heroína.
Idénticamente, en Rear Window, el
cineasta nos muestra cómo las dudas se instalan dentro del tranquilo ámbito de
convivencia en un edificio. Es también, como en el posterior Halloween, la llegada de un nuevo
director a la clínica psiquiátrica que, en Hitchcock siempre, (Spellbound, 1945), trae inquietudes y consecuencias al
lugar.
La sobredeterminación de la
perfección aldeana es la que provoca la representación de su contrario, la
pérdida de valores, entre las mujeres demasiado perfectas de The Stepford
Wives (2004, Frank Oz). De lo mismo, en los suburbios grises y similares
entre sí es que vive la familia Dursley en Surrey (Harry Potter and the
Philosopher's Stone, 2001, Chris Columbus), agrupación de gente mediocre,
con un extraordinaria maldad y una nula imaginación. Misma descripción negativa
del vecindario, sin embargo rebosante de colores, de las casas todas similares
en los suburbios de Edward Scissorhands (1990, Tim Burton), como en la
ciudad demasiada perfecta y siempre en estado navideño de The Grinch
(2000, Ron Howard).
Otra
forma de tensión, la representación de los cambios en estos ambientes de
suburbios, con lo que conlleva de modificaciones, buenas y malas, así como
étnicas, al tejido social se expresan tanto en Gran Torino como en Devil in
a Blue Dress (1995, Carl Franklin). En Francia, es en los años 1960-1970
que las películas presentaban dichas modificaciones, con filmes como Mélodie en sous-sol (1963, Henri
Verneuil) o Le Professionnel (1981, Georges
Lautner).
El suburbio, como imagen
paradigmática de la vida estadounidense, es la más representada en las
películas y series televisadas, oponiéndose a la, menos representada, y siempre
dentro del ámbito del mal vivir, de la locura y la pobreza, del mobil home, como vemos en Monster (2003,
Patty Jenkins) o Kill Bill. Volume 2 (2004, Quentin Tarantino). Los
estragos de la vida en mobil home son
objeto cómico en Meet the Fockers
(2004, Jay Roach), RV (2006,
Barry Sonnenfeld), College Road Trip (2008, Roger Kumble), variación de las comedias de road trip como Planes, Trains and
Automobiles (1987, John Hugues), The
Bounty Hunter (2010, Andy Tennant), Due
Date (2010, Todd Phillips), Wanderlust
(2012, David Wain), Identity Thief (2013, Seth Gordon).
El otro contrapunto del suburbio son las escuelas públicas
y su ambiente de peligrosidad, recordada cómicamente en la serie The Big
Bang Theory, o trágicamente en los films como To Sir, with Love (1967, James Clavell), The Principal
(1987, Christopher Cain), Dangerous
Minds (1995, John N. Smith).
Es
la pérdida del suburbio como sitio de descanso, tranquilidad y paz que define
la situación de guerra (Red Dawn, 2012, Dan Bradley; The Last Stand, 2013, Kim Jee-Woon) o de fin del mundo (I
Am Legend, 2007, Francis Lawrence). Así ocurre en The
Amityville Horror (1979, Stuart Rosenberg), Little Shop of Horrors
(1986, Frank Oz), The Happening (2008,
M. Night Shyamalan).
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